La niñera asiática necesita disciplina
Lulu siempre ha anhelado una figura paterna. Cuando hace una entrevista para un puesto de canguro y conoce a Kyle, su posible nuevo jefe, cree que es exactamente el tipo de hombre que él habría querido como padre. Kyle le da una vuelta por la casa y le explica cómo maneja la disciplina con sus hijos. Esto despierta las fantasías de Lulu, que desea que su nuevo jefe la trate como a su hija, aunque sólo sea una vez. Para conseguirlo, empieza a comportarse como una adolescente rebelde, desordenando la casa con la esperanza de que así consiga por fin la atención que tanto ansía de él. Su táctica funciona y Kyle se enfada y se pone cachondo con su posible nueva empleada, deseando darle una traviesa lección. Lulu está dispuesta a soportar cualquier castigo que él decida.